Cannabis para la psoriasis

Por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, el cannabis se usa en procesos como dolor crónico, náuseas, cáncer, trastornos neurodegenerativos, alteraciones metabólicas…

En los últimos años ha crecido el interés por su indicación en patologías cutáneas como la psoriasis.

Su uso surge a raíz del descubrimiento de un sistema cannabinoide en nuestro sistema nervioso y otros órganos, implicado en el control de funciones importantes a nivel neuropsicológico e inmunitario.

En la piel interviene en la regulación de mecanismos alterados en algunas dermatosis. Y este es el hecho que ha despertado el interés en tratar dolencias dermatológicas.

El cannabis no es siempre una droga

Existen más de 100 cannabinoides que, desde un punto de vista teórico, podrían tener aplicaciones médicas. Los dos que más se han estudiado son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).

- El THC es el que produce los efectos psicoactivos que buscan los consumidores sociales, como euforia, relajación y experiencias sensoriales.

- El CBD apenas tiene efectos psicoactivos y mantiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Es el más utilizado para fines terapéuticos.

En el mercado se encuentran hierbas, cáñamo, aceites, cosméticos… con mayor contenido de CBD y concentraciones muy bajas de THC. Por lo que no se consideran “drogas” ni se comercializan con uso médico.

¿Qué evidencia hay detrás del uso de cannabis para la psoriasis?

Existen publicaciones que recomiendan la indicación de cannabis en dermatitis atópica y psoriasis. Pero no hay ensayos clínicos que avalen de manera rigurosa y científica sus beneficios.

A pesar de ser una de las drogas más consumidas a nivel mundial –sobre todo en población joven–, su uso con fines médicos está muy restringido. Por eso, a día de hoy en España no existe ningún producto con indicación médica que incluya esta sustancia.

Para que las autoridades sanitarias concedan autorización a un medicamento ha de pasar una evaluación exhaustiva. También debe constatar que ha sido probado en ensayos clínicos y que se ha evaluado su seguridad y eficacia. Esto aún no se ha producido por lo que, aunque hay productos que incluyen alguno de sus derivados, ninguno es un medicamento ni tiene indicación médica.

Así pues, aunque teóricamente podría tener utilidad terapéutica, se necesitan más estudios y mayor evidencia científica para poder recomendarlo.

¿Entonces, es una buena estrategia para tratar la psoriasis?

Como avanzábamos, hay diversas cremas y productos tópicos que contienen CBD en cantidades variables. Se comercializan sobre todo con fines cosméticos y no tienen consideración de medicamento, pero desde algunos ámbitos se les atribuyen propiedades médicas.

Dichas propiedades no es que no existan, pues se han demostrado in vitro y en algunos pequeños estudios, pero no están lo suficientemente contrastadas. Es necesaria una mayor evidencia científica para incluirlas en el arsenal terapéutico contra la psoriasis y otras dermatosis.

Además, hay alternativas tópicas (cremas, pomadas, lociones) y sistémicas (comprimidos, inyectables) como los nuevos fármacos biológicos. Estos han demostrado una alta eficacia y con un buen perfil de seguridad, indicados por un dermatólogo con conocimiento de la enfermedad.

De modo que la mejor estrategia para tratar la psoriasis y otras dermatosis es dejarse aconsejar por un dermatólogo con experiencia en dichas patologías.

Son numerosas las herramientas terapéuticas de las que disponemos. No dejan (ni dejarán) de surgir medicamentos nuevos. Si no nos permiten curar la enfermedad todavía, sí mantenerla controlada para que el paciente pueda realizar una vida prácticamente normal.

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