La rosácea es una enfermedad cutánea de causa desconocida que produce inflamación y enrojecimiento de la piel, sobre todo de pómulos y aletas de la nariz.
Las rojeces faciales son normales pero, si como consecuencia del frío en invierno o del sol en verano, aumentan y se convierten en algo más o menos permanente provocando un efecto antiestético, puede hablarse de que existe una patología.
Es la afección más frecuente en adultos de piel clara, fina y sensible. Asimismo, afecta más a mujeres que a hombres –especialmente entre los 30 y los 60 años–, y también tiene un componente genético.
Según información de la Nacional Rosacea Society, disminuye mucho la calidad de vida de las personas que la padecen. El 90% sienten que su enfermedad les ha bajado la confianza y la autoestima; para el 41% la enfermedad ha supuesto evitar el contacto con la gente y cancelar planes sociales; el 88% han visto afectadas negativamente sus interacciones profesionales, y casi el 51% han llegado a faltar al trabajo.
Muchos famosos tienen rosácea. Bill Clinton, Renée Zellweger, el Príncipe Carlos de Inglaterra o Cameron Diaz. En Inglaterra e Irlanda, esta enfermedad es conocida como la ‘maldición de los celtas’.
A veces, y especialmente en hombres, la rosácea afecta a la nariz, produciendo un aumento de sus glándulas sebáceas. Este crecimiento glandular hace que el apéndice crezca de forma evidente, cuadro llamado rinofima. El ejemplo más conocido es Cyrano de Bergerac.
En el 20% de las rosáceas también se pueden ver afectados los ojos, manifestándose con irritación, lagrimeo y enrojecimiento. Aproximadamente la mitad de los pacientes con una rosácea avanzada pueden presentar una conjuntivitis.
Puede asociarse a piel grasienta y caspa.
Su causa exacta no se conoce, pero sí los factores desencadenantes de brotes como el estrés, el uso frecuente de mascarillas, el alcohol, las comidas picantes, el sol, las cremas con cortisona, los cambios bruscos de temperatura y el ejercicio físico.
Se irrita con cualquier cosmético que tenga perfumes o ingredientes exfoliantes. Por ello, el cuidado cosmético de la piel tiene mucha importancia en personas con rosácea.
Diagnóstico
También llamada el ‘falso acné de los adultos’, es una patología crónica que se manifiesta básicamente de tres formas: granitos en mejillas y nariz, enrojecimiento con cambios de temperatura y capilares dilatados en forma de filamentos de las mejillas.
Inicialmente, los síntomas pueden ser intermitentes, y se empiezan como un ligero enrojecimiento que gradualmente cubre las mejillas, el mentón o la nariz.
Este enrojecimiento puede aumentar cuando se entra a locales donde la temperatura ambiente es mayor. A medida que progresa, sobre estas zonas de enrojecimiento aparecen granos que en ocasiones tienen pus.
También pueden aparecer pequeñas dilataciones de vasos sanguíneos (telangiectasias y cuperosis).
Tratamiento
No hay ninguna pastilla, crema o láser capaz de eliminarla para siempre, pero podemos hacer muchas cosas para mejorarla y tenerla controlada.
Antes de comenzar ningún tratamiento, no gusta dar tres consejos importantes a los pacientes que la sufren:
1. Evitar los factores desencadenantes que hemos comentado anteriormente, especialmente los cambios de temperatura.
2. No exponer a los rayos solares sin protección en la cara. El sol produce rosácea.
3. Realizar un cuidado de la piel especial que debe ser prescrito por tu dermatólogo. Deben usar cosméticos sin perfumes e hipoalérgicos. El uso diario de una hidratante y un fotoprotector es fundamental. Y tener precaución con moléculas antiedad como el retinol o la vitamina C, ya que pueden irritar.
En relación con los tratamientos disponibles, se pueden dividir en tópicos (cremas), orales y fuentes de luz:
Con las cremas se pueden controlar más del 70% de los casos de rosácea. Se usan para los granitos.
Medicamentos. Generalmente se usan en brotes, durante un mes según la intensidad de este. También controlan los granitos.
Láser. Para la cuperosis (venitas) que aparece en mejillas, frente y mentón, podemos utilizar luz pulsada (conocida como IPL) o también un láser vascular. La rinofina de la nariz (engrosamiento de la piel) la tratamos con láser de CO2.
En todas las personas de más de 18 años existe un parásito o ácaro que se llama Demodex folliculorum que se encuentra en concentraciones hasta 18 veces mayor en personas con rosácea. Es capaz, según han demostrado estudios recientes, de irritar. Por ello, en ocasiones, los dermatólogos usamos productos que actúan sobre estos parásitos como los que se usan en el tratamiento de la sarna o los piojos.
El mensaje es claro: si tienes rosácea y no mejoras con los tratamientos habituales, prueba a realizar un tratamiento con un antiparasitario, en crema o por boca. Te sorprenderás al ver los resultados, sobre todo en los casos de rosáceas con granitos y puntos de pus, la llamada rosácea eritematopustulosa.
Consejos
1. Hidrátate la piel frecuentemente con cremas con pocos perfumes y conservantes.
2. Realiza una higiene con agua templada evitando la exfoliación mecánica. Usa jabones sin jabón/detergente.
3. Evita productos tópicos astringentes, exfoliantes o con efecto peeling. Tu piel se enrojecerá con facilidad.
4. Usa una crema de protección solar con un factor mínimo 20, evitando los que llevan alcohol en su composición.
5. Utiliza camuflaje cosmético, como por ejemplo cremas con color. A veces los tonos verdes neutralizan las rojeces de la piel.
6. Si tienes rojeces persistentes o venitas, trátalas con láseres vasculares.
7. En caso de granitos en mejillas o nariz, utiliza cosméticos con ácido azelaico.
8. Si los granitos no se controlan con cremas hay que usar tratamiento oral con receta.
9. Hay cremas de prescripción que la eliminan durante 12 horas.