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Publicado por Redacción EP |10 de diciembre de 2024

Urticaria: comprendiendo las causas, síntomas y tratamientos

Urticaria

La urticaria, también conocida como ronchas o habones, es una afección cutánea que provoca la aparición de erupciones rojas, elevadas y pruriginosas en la piel. Aunque puede parecer una simple molestia, la urticaria puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. En este artículo, exploramos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para la urticaria, proporcionando información útil para aquellos que buscan comprender mejor esta condición.

¿Qué es la urticaria?

La urticaria es una reacción de la piel que se manifiesta como ronchas, que pueden variar en tamaño y forma. Estas lesiones suelen ser el resultado de una reacción alérgica o una respuesta del sistema inmunológico a diversos desencadenantes. La urticaria puede ser aguda, durando menos de seis semanas, o crónica, persiguiendo más allá de este periodo. La forma aguda generalmente aparece de forma repentina y puede estar relacionada con factores como alergias alimentarias, picaduras de insectos o medicamentos. En contraste, la urticaria crónica a menudo no tiene un desencadenante claro y puede durar meses o incluso años.

Tipos de urticaria

Los dos tipos principales de urticaria son la aguda y la crónica. La urticaria aguda es más común y se asocia generalmente con una causa identificable, como una alergia. Puede resolverse rápidamente con el tratamiento adecuado. La urticaria crónica, en cambio, es más complicada y puede ser el resultado de una serie de factores, que van desde problemas autoinmunitarios hasta infecciones.

Urticaria aguda

Es el tipo más común y se asocia con una causa identificable, como una reacción alérgica a alimentos, medicamentos o picaduras de insectos. Aparece de forma repentina y, en la mayoría de los casos, se resuelve rápidamente con el tratamiento adecuado, que suele incluir antihistamínicos y, en algunos casos, corticosteroides para aliviar el picor y reducir la inflamación. La duración es breve, generalmente de unas pocas horas a varias semanas, siempre que se evite el desencadenante.

Urticaria crónica

Este tipo de urticaria persiste por más de seis semanas y puede durar meses o años. La urticaria crónica es menos común y a menudo no tiene un desencadenante claro. Puede estar vinculada a factores como problemas autoinmunitarios, infecciones o incluso estrés. En algunos casos, puede ser espontánea o desencadenarse por factores físicos como la presión, el frío, el calor o el ejercicio. Su tratamiento puede incluir el uso de antihistamínicos a largo plazo, inmunomoduladores o terapias más avanzadas para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

La urticaria y el angioedema

La urticaria no solo afecta la superficie de la piel; en algunos casos, también puede provocar angioedema, una inflamación más profunda que se manifiesta en zonas como los labios, los párpados o incluso la garganta. A diferencia de la urticaria superficial, el angioedema puede causar una hinchazón intensa y dolorosa y puede ser potencialmente peligroso si afecta las vías respiratorias. Por esta razón, el angioedema asociado a la urticaria debe ser tratado con rapidez, y en algunos casos, puede requerir corticosteroides u otros medicamentos en situaciones graves.

Síntomas comunes 

Los síntomas de la urticaria pueden variar en intensidad y duración. Los más comunes incluyen la aparición de ronchas elevadas y rojas en la piel, que pueden causar picazón intensa y malestar. A veces, estas lesiones pueden fusionarse, formando áreas más grandes de inflamación. En casos más severos, puede haber hinchazón en áreas como los labios, los ojos o la garganta, lo que puede ser potencialmente peligroso. La picazón puede interferir con las actividades diarias y causar ansiedad o estrés en los pacientes.

Causas de la urticaria

Identificar la causa de la urticaria puede ser un desafío, ya que existen numerosos factores que pueden desencadenar esta condición.

Factores alérgicos 

La urticaria a menudo se presenta como resultado de reacciones alérgicas a ciertos alimentos, medicamentos o materiales. Entre los alérgenos más comunes se encuentran los alimentos como nueces, mariscos, lácteos y huevos. También se pueden producir reacciones alérgicas a medicamentos como antibióticos y analgésicos. La exposición a ciertos materiales, como el látex o algunos metales, también puede causar urticaria en algunas personas.

Otros desencadenantes 

Además de los alérgenos, existen otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la urticaria. Las infecciones virales, como la gripe o el resfriado común, pueden desencadenar episodios de urticaria. Asimismo, el estrés emocional y físico puede provocar o agravar los síntomas. Cambios en la temperatura, como el calor extremo o la exposición al frío, también pueden ser desencadenantes. En algunos casos, la presión sobre la piel, como la que ocurre al usar ropa ajustada o al realizar ejercicio, puede llevar a la aparición de ronchas.

Diagnóstico y tratamiento 

Si sospechas que padeces urticaria, es importante acudir a un dermatólogo para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento. Un diagnóstico oportuno puede ayudar a prevenir la aparición de episodios recurrentes.

Proceso de diagnóstico

El diagnóstico de la urticaria generalmente incluye una historia clínica, donde el médico te preguntará sobre tus síntomas, historial médico y posibles desencadenantes. Además, se realizará un examen físico para observar las ronchas y determinar su extensión. En algunos casos, pueden ser necesarios análisis de sangre o pruebas de alergia para identificar desencadenantes específicos. Mantener un diario de los episodios de urticaria puede ser útil para identificar patrones y desencadenantes.

Opciones de tratamiento

El tratamiento de la urticaria se centra en aliviar los síntomas y prevenir futuros episodios. Las opciones incluyen antihistamínicos, que son la primera línea de tratamiento para controlar el picor y reducir la inflamación. Estos medicamentos ayudan a bloquear los efectos de la histamina, una sustancia química liberada por el cuerpo durante una reacción alérgica. En casos más graves, se pueden prescribir corticosteroides para reducir la inflamación y controlar los síntomas. Además, es fundamental identificar y evitar los desencadenantes específicos, ya que esto puede prevenir episodios de urticaria en el futuro.

Cuidados en casa

Además del tratamiento médico, existen medidas que puedes tomar en casa para aliviar los síntomas. Tomar baños de avena puede calmar la piel irritada y reducir la picazón. Aplicar compresas frías sobre las ronchas puede aliviar la inflamación y la incomodidad. También es recomendable usar ropa suelta y suave para prevenir la irritación de la piel. Evitar el uso de productos de cuidado personal que contengan fragancias o irritantes también puede ser beneficioso. Mantener la piel hidratada con lociones o cremas suaves puede ayudar a reducir la sequedad y la irritación.

Conclusiones

La urticaria puede ser una condición incómoda y frustrante, pero comprender sus causas y síntomas es el primer paso para manejarla efectivamente. Si experimentas síntomas de urticaria, no dudes en consultar a un dermatólogo para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado. Recuerda que, aunque puede ser desconcertante, existen opciones disponibles para aliviar tus síntomas y mejorar tu calidad de vida. La educación sobre la enfermedad y el manejo de los desencadenantes pueden marcar una gran diferencia en la forma en que experimentas esta afección cutánea.

Citas:

Zuberbier T, Aberer W, Asero R, et al. The EAACI/GA²LEN/EDF/WAO guideline for the definition, classification, diagnosis and management of urticaria. Allergy. 2018;73(7):1393-14141.

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