Sarcoptes scabiei: conociendo el ácaro que causa la sarna
El Sarcoptes scabiei, conocido por causar sarna o escabiosis, es un parásito microscópico que provoca picazón intensa y erupciones cutáneas. Esta condición altamente contagiosa afecta a personas de todas las edades y se propaga principalmente a través del contacto directo con la piel o mediante objetos compartidos como ropa o sábanas. A continuación, detallamos las causas, síntomas y tratamientos de esta afección dermatológica.
¿Qué es el sarcoptes scabiei?
El sarcoptes scabiei es un ácaro diminuto que excava túneles en la capa superior de la piel, generando una fuerte respuesta inflamatoria. A medida que los ácaros se mueven bajo la piel, depositan sus huevos, lo que provoca una picazón intensa, especialmente por la noche. Este parásito se transmite fácilmente en entornos donde el contacto cercano es frecuente, como en escuelas, hospitales y hogares de ancianos.
La sarna es más común en áreas del cuerpo con piel delgada, como entre los dedos, muñecas, codos, axilas y los pliegues de la piel. Aunque es molesta y contagiosa, la sarna no es grave si se trata correctamente, pero puede volverse crónica si no se diagnostica y trata de manera oportuna.
Síntomas de la escabiosis
El principal síntoma de la sarna es una picazón intensa, que tiende a empeorar durante la noche. Esta picazón es una reacción alérgica a los ácaros, sus huevos y desechos. Además de la picazón, las personas infectadas suelen desarrollar pequeñas ampollas o protuberancias rojas en la piel. Estas lesiones pueden aparecer en grupos o líneas, especialmente en las áreas más afectadas.
Los signos más comunes incluyen picazón intensa durante la noche, erupciones cutáneas en muñecas, manos, codos, genitales y nalgas, surcos visibles en la piel debido a la actividad de los ácaros, y en casos más graves, costras por el rascado excesivo.
Diferencias entre escabiosis común y escabiosis costrosa
Es importante distinguir entre la escabiosis común y la escabiosis costrosa. En la primera, los síntomas son relativamente leves y, con un tratamiento adecuado, desaparecen en pocas semanas. Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, la sarna puede convertirse en escabiosis costrosa, una forma más severa de la enfermedad donde la piel se cubre de costras gruesas llenas de ácaros. Este tipo requiere tratamiento médico más intensivo y presenta un riesgo mayor de contagio.
Diagnóstico de la sarna
El diagnóstico de la sarna se basa principalmente en la observación clínica de los síntomas. Un dermatólogo puede realizar un raspado de piel para analizar bajo el microscopio la presencia de ácaros, sus huevos o sus heces. Aunque la confirmación microscópica es útil, no siempre es necesaria para iniciar el tratamiento.
Tratamiento de la escabiosis
El tratamiento para la sarna tiene como objetivo eliminar los ácaros y en consecuencia se aliviarán los síntomas. Existen varias opciones de tratamiento.
Cremas acaricidas que son el tratamiento más común y eficaz para eliminar los ácaros. Se aplican por todo el cuerpo, desde el cuello hacia abajo (en niños pequeños a veces también en la cabeza), y se dejan actuar durante 8 a 12 horas antes de enjuagar. Con algunas de ellas es necesario aplicar 2 o 3 días seguidos y normalmente requiere una segunda aplicación una semana después para asegurar la eliminación completa de los ácaros y sus huevos.
En muchos casos puede ser necesario añadir medicamentos por vía oral que combaten la sarna desde el interior del cuerpo.
Para reducir la picazón y el malestar mientras se utiliza el tratamiento acaricida, los antihistamínicos orales y las cremas con corticoides pueden ser de gran ayuda. Sin embargo, estas cremas no eliminan los ácaros, por lo que deben combinarse con el tratamiento adecuado.
Medidas preventivas y cuidados post-tratamiento
La sarna es muy contagiosa, por lo que es esencial tratar no solo a la persona infectada, sino también a sus contactos cercanos. Se recomienda lavar toda la ropa, sábanas y toallas en agua caliente y secarlas a alta temperatura. Cualquier artículo que no se pueda lavar debe sellarse en una bolsa plástica durante al menos tres días para eliminar los ácaros.
Es importante recordar que, aunque el tratamiento elimina a los ácaros, la picazón puede persistir durante varias semanas mientras el cuerpo se deshace de los restos de los parásitos. Durante este tiempo, es esencial mantener la piel hidratada y evitar rascarse para prevenir infecciones secundarias.
Prevención de la sarna
Para prevenir la sarna, es fundamental evitar el contacto cercano con personas infectadas. En lugares donde el riesgo de brotes es mayor, como hogares de ancianos, escuelas o guarderías, es crucial realizar un control regular y tratar a las personas infectadas rápidamente. Mantener una buena higiene personal y evitar el uso compartido de ropa o sábanas puede ayudar a reducir el riesgo de contagio.
Conclusión
El Sarcoptes scabiei, aunque pequeño, puede causar un gran impacto en la salud y bienestar de las personas afectadas. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, la sarna es una condición tratable y controlable. Si experimentas síntomas de picazón intensa o erupciones inusuales, es importante acudir a un dermatólogo para recibir el tratamiento necesario y prevenir la propagación a otras personas.