Técnicas de colgajos dermatológicos: cómo funcionan, cuándo se aplican y qué esperar

En Clínica Dermatológica Internacional sabemos que para muchas personas la palabra “colgajo” suena compleja o incluso intimidante. En este artículo explicamos de forma sencilla qué son los colgajos dermatológicos, en qué casos resultan la mejor opción, qué tipos existen, qué cuidados requieren y cómo los doctores Vicente y Pedro Rodríguez abordan estas intervenciones. Nuestro objetivo es que tengas información clara para decidir con confianza si esta técnica es adecuada para ti.

¿Qué es un colgajo dermatológico y por qué puede ser necesario?

Definición clara del colgajo

Un colgajo es un procedimiento de dermatología quirúrgica en el que se moviliza piel, junto con su riego sanguíneo, desde una zona adyacente para cubrir un defecto. A diferencia de un injerto, el colgajo mantiene su irrigación, lo que favorece una adaptación más fiable y un mejor resultado funcional y estético.

Situaciones donde se emplea

Se recurre al colgajo cuando la herida es demasiado grande para cerrarla con puntos, cuando no conviene aproximar bordes por la tensión, o cuando la zona exige un acabado estético y funcional superior (nariz, párpados, labios, orejas). Es frecuente tras la extirpación de tumores cutáneos y en áreas sometidas a mucha tensión o movimiento.

Tipos de colgajos: cómo se clasifican y cuándo elegir uno

Colgajos locales (local flaps)

Proceden de tejido vecino al defecto y conservan su vascularización. Incluyen colgajos de avance, rotación y trasposición. El doctor Vicente los indica cuando existe piel sana y elástica cercana; el doctor Pedro Rodríguez los emplea de forma preferente en rostro y cuello para camuflar la cicatriz en líneas naturales de tensión.

Colgajos pediculados y colgajos libres

En los pediculados, el tejido sigue unido al origen mediante un pedículo vascular, aportando seguridad en el riego. Los libres se trasladan desde otra zona y requieren microcirugía para reconectar vasos; se reservan para casos seleccionados y coordinación con equipos reconstructivos. Vicente y Rodríguez consideran pediculados en reconstrucciones faciales complejas o en manos; los libres se valoran cuando el defecto es grande y no hay tejido local suficiente.

Colgajos de interpolación y diseños especiales

Cuando la geometría es compleja o el defecto está alejado de tejido laxo, pueden emplearse interpolación, diseños V-Y, bilobulados o combinaciones de rotación y trasposición. En nariz, párpados, orejas o labios ayudan a preservar contornos y función (parpadeo, cierre labial) con buen resultado estético.

Cuidados, recuperación y qué esperar tras un colgajo

Preparación previa

El dermatólogo revisa tu historia clínica, medicación y hábitos, y estudia la zona donante y receptora. Se planifica el diseño del colgajo para que coincida en textura, color y grosor con la piel circundante y para esconder la cicatriz cuando sea posible.

Primeros días y seguimiento

Tras la cirugía —habitualmente con anestesia local— se protegen las incisiones con apósitos. Es normal cierta inflamación, tirantez y molestias controlables con medicación pautada. Las revisiones permiten comprobar la perfusión del colgajo, la evolución de la cicatriz y retirar los puntos en el momento adecuado. Las primeras semanas conviene evitar el sol directo y seguir las pautas de higiene, hidratación y fotoprotección.

Posibles complicaciones y expectativas

Puede producirse sufrimiento parcial del colgajo si el riego no es suficiente, infección o dehiscencia de la sutura. La mayoría de incidencias responden a tratamiento precoz. Cada piel cicatriza de forma distinta: el aspecto final se valora a los 3–6 meses, cuando la cicatriz madura.

Por qué elegir a los doctores Vicente y Pedro Rodríguez

Los doctores Vicente y Pedro Rodríguez son dermatólogos con amplia experiencia en cirugía dermatológica reconstructiva. Valoran personalmente cada caso —tamaño y localización del defecto, características de la piel, prioridades estéticas y funcionales— y seleccionan la técnica más conservadora y segura que ofrezca el mejor equilibrio entre función y apariencia. Su seguimiento postoperatorio es cercano y detallado para optimizar el resultado.

Conclusión

Los colgajos dermatológicos son una excelente solución cuando no es posible cerrar una herida con suturas simples y se requiere el mejor resultado funcional y estético. La elección de la técnica depende del tamaño y la localización del defecto, de las características de tu piel y de tus objetivos. Con la experiencia de los doctores Vicente y Pedro Rodríguez en Clínica Dermatológica Internacional, contarás con un enfoque personalizado, seguro y orientado al detalle.