Cómo afecta el hipotiroidismo a la piel: entiende su impacto y cómo cuidarla

El hipotiroidismo es una enfermedad crónica en la cual la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, las cuales son esenciales para regular el metabolismo y otras funciones corporales. Esta disfunción hormonal tiene un impacto no solo en la energía y el bienestar general, sino también en la salud de la piel. La piel, siendo el órgano más grande del cuerpo, refleja a menudo los cambios internos, y el hipotiroidismo es un ejemplo claro de cómo un desequilibrio hormonal puede alterar su aspecto y función.
Según explica la doctora Patricia Rojas, endocrinóloga en Clínica Dermatológica Internacional, “la piel puede ser uno de los primeros órganos en reflejar un desequilibrio tiroideo; por eso, es importante prestar atención a sus cambios y abordarlos desde una perspectiva endocrina y dermatológica”.
En este artículo, exploramos cómo el hipotiroidismo afecta la piel, qué síntomas cutáneos puede provocar y cómo cuidar la piel de manera efectiva cuando se padece esta condición.
El impacto del hipotiroidismo en la piel
La tiroides produce hormonas que influyen en el crecimiento, el desarrollo y el metabolismo. Cuando la producción de estas hormonas disminuye, el metabolismo de la piel también se ve afectado, lo que provoca una serie de cambios notables. Los efectos del hipotiroidismo en la piel son variados, pero suelen implicar sequedad, palidez, pérdida de elasticidad y aumento de la sensibilidad.
Sequedad y deshidratación de la piel
La sequedad es uno de los primeros y más comunes problemas que las personas con hipotiroidismo experimentan en su piel. Las hormonas tiroideas influyen en la función de las glándulas sebáceas, que son las encargadas de producir el aceite natural que mantiene la piel hidratada. Cuando los niveles de estas hormonas son bajos, la producción de sebo disminuye, lo que provoca que la piel pierda su capacidad para retener la humedad.
Como resultado, la piel se vuelve áspera, tirante y extremadamente seca, lo que puede generar incomodidad y picazón. Las zonas más afectadas por la sequedad suelen ser las áreas que son naturalmente más propensas a la deshidratación, como los codos, las rodillas y las manos. La piel se siente rugosa al tacto y puede llegar a agrietarse o irritarse si no se cuida adecuadamente. Esta sequedad también puede empeorar durante el invierno, cuando el clima frío y seco agrava la falta de humedad en la piel.
Piel pálida y pérdida de elasticidad
El hipotiroidismo también puede causar una pérdida de tono y color en la piel. Muchas personas que padecen esta condición notan que su piel se vuelve más pálida o incluso adquiere un tono amarillento. Esto se debe a la reducción del flujo sanguíneo y la circulación, lo que disminuye la oxigenación de las células de la piel. Con menos sangre y nutrientes fluyendo hacia la piel, esta pierde su vitalidad, lo que resulta en una apariencia apagada y menos luminosa.
Además de la palidez, el hipotiroidismo afecta la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales que dan estructura y elasticidad a la piel. Con la disminución de estas proteínas, la piel pierde firmeza y se vuelve más flácida. Esto se traduce en una piel más susceptible a la aparición de arrugas y líneas finas. A medida que la elasticidad se reduce, la piel pierde su capacidad de volver a su forma original después de estirarse, lo que contribuye a un envejecimiento cutáneo acelerado.
Hinchazón y retención de líquidos
La retención de líquidos es un síntoma común del hipotiroidismo, y puede tener un impacto notable en la apariencia de la piel. Las personas con esta condición a menudo experimentan hinchazón, particularmente en la cara, lo que puede dar lugar a un rostro más hinchado y menos definido. La retención de líquidos ocurre cuando el cuerpo retiene agua en los tejidos debido a la disfunción de la tiroides, lo que provoca una sensación de pesadez y una apariencia más voluminosa en áreas como los párpados, las mejillas y el cuello.
Además de la hinchazón, la piel puede sentirse tensa y más gruesa debido a la acumulación de líquidos. Esta sensación de pesadez no solo es incómoda, sino que también puede dificultar el cuidado adecuado, ya que la piel puede volverse más sensible y propensa a irritaciones.
Cómo cuidar la piel con hipotiroidismo
Aunque el hipotiroidismo puede afectar la piel de manera significativa, con los cuidados adecuados es posible mitigar muchos de los efectos negativos. La clave está en adoptar una rutina que aborde los problemas específicos causados por la falta de hormonas tiroideas.
La doctora Patricia Rojas subraya que “el tratamiento endocrinológico es esencial para estabilizar las hormonas, pero complementarlo con buenos hábitos de cuidado cutáneo mejora notablemente el confort y el aspecto de la piel”.
Hidratación profunda y constante
La hidratación es uno de los aspectos más importantes del cuidado de la piel en personas con hipotiroidismo. Es fundamental mantener la piel hidratada para combatir la sequedad y mejorar su apariencia. Se recomienda el uso de cremas hidratantes ricas en ingredientes como ácido hialurónico, ceramidas y aceites naturales (como el aceite de argán o el aceite de jojoba), que ayudan a restaurar la barrera cutánea y a retener la humedad.
Además de aplicar productos hidratantes, es esencial beber suficiente agua a lo largo del día para mantener la piel hidratada desde el interior. La piel deshidratada no solo pierde su elasticidad y su suavidad, sino que también es más susceptible a las arrugas y otros signos de envejecimiento prematuro.
Protección solar diaria
La piel de las personas con hipotiroidismo puede ser más sensible a la radiación solar debido a la disminución de la circulación sanguínea y la menor capacidad de la piel para regenerarse. Por lo tanto, el uso de protector solar es crucial. Un protector de amplio espectro con FPS 30 o superior debe aplicarse todos los días, incluso si no se planea pasar mucho tiempo al aire libre. El protector solar no solo protege contra los daños de los rayos UV, sino que también previene el envejecimiento prematuro y las manchas solares.
Alimentación rica en nutrientes
Una dieta equilibrada es fundamental para mantener la salud de la piel, especialmente para las personas con hipotiroidismo. Los alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras de colores brillantes, ayudan a proteger la piel del envejecimiento prematuro. Los ácidos grasos esenciales, presentes en el pescado graso, las nueces y las semillas, son clave para mantener la piel hidratada y flexible. Además, fuentes de zinc como los mariscos y las legumbres contribuyen a la regeneración celular y mejoran la capacidad de la piel para sanar.
Control de la retención de líquidos
La hinchazón y la retención de líquidos pueden mejorar con algunos cambios en el estilo de vida. Reducir la ingesta de sodio y aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio (como los plátanos, las espinacas y los aguacates) puede ayudar a reducir la hinchazón. Además, mantenerse bien hidratado es esencial para eliminar el exceso de líquidos y mejorar la circulación.
Conclusión
El hipotiroidismo puede tener un impacto considerable en la salud de la piel, causando sequedad, palidez, pérdida de elasticidad e hinchazón. Sin embargo, con un buen control endocrinológico y cuidados dermatológicos adaptados, es posible mejorar su aspecto y bienestar general.
En Clínica Dermatológica Internacional, la doctora Patricia Rojas trabaja con un enfoque integral que combina el tratamiento hormonal con pautas de cuidado de la piel, buscando siempre que el paciente recupere no solo su equilibrio interno, sino también una piel sana, confortable y luminosa.

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