En la Unidad de Dermatología Estético Oncológica podemos tratar las cicatrices quirúrgicas secundarias a la cirugía o a la retirada del catéter venoso central.
En la consulta de un dermatólogo recibimos muchos pacientes que vienen para mejorar una cicatriz. Y, sea cual sea el motivo de su aparición, cuanto antes se trate, mejor.
Cada vez hay más armas para combatir las las cicatrices quirúrgicas, pero solo una buena elección de la técnica más adecuada –teniendo en cuenta el tipo y la zona donde se sitúe– y el momento preciso para cada intervención, se consiguen resultados satisfactorios.
Es fundamental intentar evitar que se formen y asienten
Cada persona cicatriza de una forma diferente. Aunque esta peculiaridad es la que determinará por encima de cualquier otro criterio la intervención necesaria, hay unos rasgos comunes que podemos aplicar como norma.
Si está en alguna de las áreas de la piel que soportan más tensión –como la espalda o el pecho (en la cara es raro que aparezca)–, es recomendable el uso de láminas de silicona para reducirla.
Y, ante picor, el dermatólogo indicará el uso de una crema durante unos días para evitar el rascado y así disminuir la inflamación que podría agravar el aspecto.
Cicatrices hipertróficas y queloides
En ambas hay un exceso de cicatrización. La primera adquiere cierto volumen que no sobrepasa los límites de la herida o la lesión que la provocó. La segunda, en cambio, sí sobrepasa esos límites.
Para disimularlas, el dermatólogo se marca el objetivo disminuir esa cantidad de tejido excesivo generalmente combinando crioterapia (frío), infiltración de fármacos y, en ocasiones, tecnología láser para mejorar el eritema o rojez que suele acompañar a estas lesiones.
Cicatrices atróficas
Se llaman así a las que aparecen por falta de tejido. Son el tipo más habitual tras un episodio de acné.
El protocolo para difuminarlas busca rellenar ese defecto: igualar el nivel de la piel. Y esto se consigue con cremas que erosionan la piel sana, sustancias que rellenan las depresiones y/o tecnología láser que fuerza la generación de colágeno nuevo, como los láseres o un sistema termomecánico que eleva la temperatura de puntos seleccionados de la piel para mejorar su calidad. Son tratamientos eficaces pero lentos.
Tras una única sesión las cicatrices continuarán mejorando durante meses.
Con esta combinación se logra mejorar las cicatrices de acné un mínimo un 50%.
En ocasiones, este tipo de cicatrices puede requerir de la extirpación quirúrgica. No es recomendable en personas que no cicatrizan bien o tienen tendencia a producir queloides puesto que la cicatriz resultante podría ser peor que la inicial.
Si tienes un problema de cicatrices lo correcto es que te valore un dermatólogo y te recomiende el tratamiento más adecuado para ti.
CDI es pionera en la aplicación del expertise médico para mejorar problemas estéticos y en buscar soluciones estéticas mínimamente invasivas para resolver casos médicos sin cirugía.
Y somos centro de referencia en el manejo médico de complicaciones en los tratamientos estéticos.
Presupuesto
CDI ofrece la posibilidad de recibir un presupuesto online para su tratamiento, pero este puede variar ligeramente tras el diagnóstico presencial del paciente. Solicítelo aquí.
Financiación
CDI pone a disposición de sus pacientes opciones de financiación a 3, 6, 10 y 12 meses a un 0% de interés. Solicítelo aquí.