La terapia fotodinámica ( TFD ) se utiliza para tratar enfermedades de la piel y de otros órganos susceptibles de ser alcanzados por la luz. Constituye una alternativa no agresiva para el tratamiento de determinados cánceres.
Este tratamiento consiste en la aplicación de una crema fotosensibilizante (que reacciona ante la luz ) sobre el tejido afectado, seguido de la emisión en esa zona de una fuente de luz roja. Esta luz activa la fabricación de un tipo de oxígeno que es tóxico y destruye las células enfermas sin alterar las células sanas. Se trata de un procedimiento muy selectivo, ya que la crema sólo es absorbida por las células enfermas o tumorales y la luz roja sólo activa las células que han captado esa crema.
La TFD se utiliza hoy para el tratamiento de otras enfermedades no tumorales de la piel: psoriasis, angiomas, verrugas víricas, procesos inflamatorios como el liquen, alopecia areata y también en el acné y el fotorrejuveneciemiento, en los que se obtiene buenos resultados cosméticos.
La TFD es una alternativa a la cirugía para el tratamiento de tumores de piel y cánceres incipientes de vejiga, pulmón y esófago. En el caso de la piel, la utilizamos principalmente para tratar queratosis actínicas (lesiones precancerosas ), carcinomas basocelulares superficiales y algunos carcinomas espinocelulares. Esta técnica es también conocida por su efecto rejuvenecedor en la piel.
Este tratamiento está especialmente indicado en aquellas personas en las que está contraindicada la cirugía por edad, problemas de corazón o de coagulación de la sangre, en pacientes con múltiples lesiones tumorales, personas con fobia a entrar en quirófano, etc.
Una de las principales ventajas de este tratamiento es su selectividad, ya que destruye sólo el tumor, sin alterar la piel sana. Esto garantiza unos resultados médicos y estéticos excelentes.
La Unidad de Dermatología del Dr. Ricardo Ruiz lleva realizando Terapia Fotodinámica desde hace 10 años con unos resultados oncológicos y estéticos excelentes.
Sin efectos secundarios
Primero se aplica la crema fotosensibilizante sobre la piel afecta y se cubre con un apósito oclusivo. Pasadas 3-4 horas se retira el apósito y se irradia la zona con una fuente de luz roja durante 10 minutos. Es importante que el paciente sepa que durante las 48 horas posteriores al tratamiento debe evitar la luz solar. En función de cada paciente y de la patología a tratar se realizan una o dos sesiones.
Es un tratamiento que no requiere hospitalización y el paciente puede regresar a casa inmediatamente después de haberse sometido al mismo, con pocas molestias (discreta inflamación de la zona tratada y sin cicatrices).
No hay efectos secundarios y no se afectan órganos internos. Es, por tanto, una alternativa para pacientes con múltiples enfermedades.