Hay numerosas lesiones de tipo vascular que pueden mejorar sustancialmente con la aplicación de la tecnología láser como los hemangiomas infantiles, la mancha en vino de Oporto, las arañas vasculares y la cuperosis. También pueden tratarse los puntos rubíes o angiomas seniles, muy frecuentes en la población general. También se pueden tratar lesiones venosas como los lagos venosos de los labios o las malformaciones venosas.
Actualmente la tecnología láser es la mejor opción para el tratamiento de esta patología. Esta tecnología permite coagular de manera selectiva los capilares dilatados, sin dañar la piel.
El tratamiento dura escasos minutos. Inmediatamente después el paciente puede maquillarse y realizar una vida normal. El número de lesiones es variable en función de la patología que se trate. En el caso de la cuperosis se suelen recomendar tres sesiones seguidas y después una de mantenimiento anual. Las arañas vasculares o puntos rubíes suelen eliminarse con 1-2 sesiones.
Preguntas frecuentes
¿Se utiliza el mismo láser para tratar todas estas lesiones?
No, disponemos de diferentes láseres para el tratamiento de cada tipo de lesión. Esto permite tratar diferentes tipos de piel así como distintos tipos de lesiones vasculares, según la profundidad que tengan.
¿Es seguro?
Estas técnicas se aplican habitualmente sin necesidad de anestesia, salvo en el caso de los niños. Posteriormente, puede existir ligera inflamación o presentar hematoma transitorio y muy raramente presentar costras.
¿Qué cuidados adicionales debo tener?
Se recomienda la aplicación de determinados fármacos durante unos días. El paciente se puede maquillar sin problema desde el primer día del tratamiento. Además es importante que el paciente no esté moreno y que no se exponga al sol en el mes posterior al láser.