Hidrosadenitis

La hidrosadenitis o hidradenitis supurativa (enfermedad de Verneuil o acné inverso) es una enfermedad mediada por el propio sistema inmune que es crónica e inflamatoria y ataca al folículo pilosebáceo. Puede ser progresiva, dolorosa e incapacitante. Suele aparecer tras la pubertad pero puede aparecer en cualquier momento.

Consiste en la aparición de nódulos que pueden evolucionar a abscesos que drenan pus (en la mayoría de las ocasiones estéril; es decir sin bacterias). Es lo que coloquialmente se llama “golondrinos.” Cursa a brotes y estas lesiones pueden acabar comunicándose entre ellas formando canales que llamamos fístulas. En muchas ocasiones deja cicatrices visibles y tiene lesiones tipo doble comedón (como poros dilatados que suelen estar agrupados). Suele afectar a zonas con glándulas sudoríparas y sebáceas como las axilas, ingles, periné, glúteos o debajo de los pechos aunque a veces podemos ver lesiones en espalda, detrás de las orejas, escote, detrás del cuello o la misma cara. Es una enfermedad que por el dolor y el olor que producen las lesiones es realmente incapacitante. 

La hidrosadenitis supurativa es una entidad infradiagnosticada por parte de los médicos y que afecta realmente a gran parte de la población. En estudios actuales, a pesar del infradiagnóstico, afecta a 1 de cada 100 personas con diferente gravedad. Estas serían casi 500.000 personas en España. De todas formas, el 85% de los españoles afirma no conocer esta enfermedad.

¿Cuáles son las causas de la hidrasadenitis?

Se desconocen sus causas concretas, aunque se sabe que hay múltiples factores que la pueden empeorar. El tabaco, el sobrepeso, la predisposición genética, alteraciones en la microbiota y desregulaciones hormonales son factores causantes considerables en esta enfermedad. Una dieta sana, ejercicio regular y evitar prendas apretadas, así como valorar la depilación láser pueden mejorar de forma importante la enfermedad. Las mujeres suelen tener más posibilidades de padecer esta enfermedad. En muchas ocasiones vemos esta enfermedad asociada a problemas de diabetes o prediabetes del adulto. 

El diagnóstico es clínico para un dermatólogo u otro especialista que conozca la enfermedad. Pero en gran parte de las ocasiones, según la afectación que tengamos, serán necesarios estudios con ecografía o resonancia magnética.

¿Qué tratamientos existen?

El tratamiento básico consiste en antisépticos para evitar infecciones, antibióticos tópicos y orales para control de brotes agudos y sobreinfecciones, y tratamientos que controlan la inflamación y el sistema inmune de forma tópica, infiltrada o sistémica. Además, otros tratamientos como ciertos minerales, tratamientos de control hormonal o tratamientos que usamos para diabetes u obesidad pueden ser beneficiosos para muchos pacientes. Todo este tratamiento médico en la mayoría de las ocasiones tiene que ir asociado a tratamiento quirúrgico que puede ir desde cirugías más sencillas a complejas y que sirve para control de ciertas lesiones inflamatorias y también como tratamiento “curativo” una vez controlada la inflamación de la enfermedad en ciertas localizaciones. 

Una enfermedad descontrolada con inflamación crónica mantenida, además de lo dolorosa e incapacitante que es para el paciente, tiene el riesgo de provocar cáncer de piel en esas localizaciones. 

Un diagnóstico precoz puede ayudar a que la enfermedad sea controlada en grados leves y esto hace que los tratamientos médicos o quirúrgicos puedan ser más sencillos y menos agresivos.

Actualmente existe una avalancha de investigación y ensayos clínicos en esta enfermedad. Por ello contamos con nuevos y mejores tratamientos y conocemos mejor como tratar la enfermedad. Se prevé la aparición de nuevos y mejores tratamientos en el futuro próximo.

Si tienes “forúnculos” o golondrinos de forma crónica o recurrente en axilas e ingles, o presentas lesiones que se parecen al acné pero mucho más llamativas en espalda, cuello, cuero cabelludo, glúteos u otras localizaciones puede que tengas hidrosadenitis o hidradenitis supurativa. 

Consulta a tu dermatólogo que es el médico especialista que diagnóstica y trata médica y quirúrgicamente esta enfermedad con apoyo en muchas ocasiones de otros especialistas.