Trasplante capilar: los peligros del low cost

No sabemos cómo lo hacen ciertas clínicas para ofrecer low cost pero, sin duda, las buenas prácticas y procedimientos de trasplante capilar no pueden serlo.
La seguridad en todos y cada uno de los procesos y protocolos, el servicio integral, la prevención adecuada, el verdadero interés por la salud capilar del paciente, el seguimiento exhaustivo de hasta el año, el instrumental de última generación, la medicación y anestésicos autorizados por la FDA… no pueden ser low cost.
Nosotros no “vendemos pelo”. Ni trasplantamos en serie. Ante todo somos médicos por lo que nuestra prioridad es la salud.
En CDI y Ruber Internacional el trasplante capilar es un tratamiento totalmente personalizado y distinto en cada individuo. Y seguimos criterios médicos y estéticos, teniendo en cuenta los deseos del paciente.
Nos tomamos muy en serio los resultados. Principalmente tratamos todo tipo de alopecias no cicatriciales. Algunas cicatriciales también pueden tratar de revertirse con un trasplante siempre que el proceso esté estabilizado, informando al paciente que la esperanza de supervivencia del injerto puede variar.
Si bien el trasplante capilar tiene cierta complejidad, la verdadera dificultad reside en que la preocupación del paciente también tiene que ser la preocupación del médico: velamos por conseguir que recupere la ilusión y la autoestima, además del pelo.
Para ello el doctor tiene que ser muy hábil redefiniendo la línea de implantación, detectando la densidad capilar más favorable, haciendo un buen diseño o, incluso, reparando cicatrices de otro tipo de alopecia, trasplantando cejas, barba…
Es muy importante resaltar que cada vez más vemos y tratamos alopecia femenina. De hecho, la curva de tratamientos y asistencia a nuestros centros se ha invertido. Antes, el 80% antes eran hombres; ahora son mujeres.
En ellas tratamos mucho la prevención porque en periodos pre y post menopáusicos se cae el pelo. Hay tipos de alteraciones hormonales que influyen negativamente y que hay que vigilar.