Sabañones: qué son, por qué aparecen y cómo prevenirlos
¿Qué son los sabañones?
Los sabañones, también conocidos como eritema pernio, son una afección cutánea común durante los meses fríos del año. Se manifiestan como pequeñas inflamaciones en la piel, típicamente en las áreas expuestas al frío, como los dedos de las manos y los pies, las orejas y la nariz. Los síntomas incluyen enrojecimiento, picazón, hinchazón, y en casos severos, ampollas y ulceraciones.
¿Por qué aparecen los sabañones?
La causa principal de los sabañones es la exposición al frío y la humedad, lo que provoca una vasoconstricción (estrechamiento) de los vasos sanguíneos en la piel. Este fenómeno disminuye el flujo sanguíneo a las extremidades, lo que puede resultar en la formación de pequeños trombos y mini microinfartos que causan inflamación y dolor. Además, factores como la mala circulación, cambios bruscos de temperatura y ciertas características fisiológicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar sabañones.
Factores de riesgo
Ciertas poblaciones son más propensas a sufrir sabañones. Entre ellas se encuentran:
- Niños y personas mayores: sus características fisiológicas los hacen más vulnerables al frío.
- Mujeres jóvenes: las mujeres entre 15 y 30 años son particularmente susceptibles debido a factores hormonales y de masa corporal.
- Personas con bajo peso: un índice de masa corporal bajo puede significar menos grasa subcutánea, lo que reduce la capacidad del cuerpo para mantener el calor.
- Fumadores: fumar contribuye a una mala circulación y aumenta la respuesta vasoespástica al frío.
- Personas sedentarias: la falta de actividad física puede disminuir la circulación sanguínea en las extremidades.
Síntomas de los sabañones
Los sabañones se manifiestan con una serie de síntomas que pueden variar en severidad:
- Enrojecimiento: la piel en las áreas afectadas se torna roja.
- Picor y sensación de ardor: una intensa sensación de picor que puede ser muy molesta.
- Hinchazón: las áreas afectadas se inflaman, haciendo que la piel se sienta tensa.
- Dolor: puede haber dolor o una sensación de quemazón en las zonas afectadas.
- Ampollas y heridas: en casos severos, los sabañones pueden formar ampollas y ulceraciones.
Cabe destacar que en algunos casos, raros, los sabañones son la forma de presentación de enfermedades autoinmunes internas como el lupus sistémico o la esclerodermia, por lo que su valoración en consulta junto con la exploración de un dermatólogo pueden ser necesarias en casos de aparición brusca o empeoramiento progresivo.
Prevención de los sabañones
Prevenir los sabañones implica una serie de medidas para protegerse del frío y mantener una buena circulación:
- Mantenerse abrigado: usar ropa adecuada es fundamental. Guantes, calcetines gruesos, gorros y bufandas ayudan a mantener las extremidades calientes. Es recomendable abrigarse antes de exponerse al frío, es decir, unos minutos antes de salir al exterior.
- Evitar cambios bruscos de temperatura: es importante aclimatar las extremidades lentamente cuando se pasa de un ambiente cálido a uno frío.
- Ejercicio regular: la actividad física mejora la circulación sanguínea. Caminar, masajear las manos y los pies y evitar el sedentarismo son medidas efectivas.
- Hidratación y cuidado de la piel: mantener la piel hidratada con cremas específicas que restauren la barrera cutánea puede prevenir la aparición de sabañones. Las cremas con efecto guante, que contienen lípidos y emolientes, son particularmente efectivas.
- Dieta equilibrada: consumir alimentos ricos en vitaminas C y E ayuda a mejorar la salud de la piel y la circulación.
- No fumar: reducir o eliminar el consumo de tabaco mejora la circulación y disminuye el riesgo de sabañones.
- Uso de calzado adecuado: los zapatos con suelas aislantes y confeccionados con materiales transpirables ayudan a mantener los pies secos y calientes.
Tratamiento de los sabañones
Si a pesar de las medidas preventivas, los sabañones aparecen, existen varios tratamientos para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación:
- Aplicación de calor: calentar gradualmente las áreas afectadas con una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica puede mejorar la circulación y reducir la inflamación. Es importante evitar el sobrecalentamiento.
- Cremas hidratantes y reparadoras: aplicar cremas que contengan glicerina, ácido hialurónico, manteca de karité o ceramidas ayuda a mantener la piel hidratada y protegida.
- Remedios naturales: algunos remedios caseros, como la aplicación de cebolla, ajo o caléndula, pueden tener efectos antiinflamatorios y analgésicos.
- Cremas con corticoides: en casos graves, las cremas con corticoides pueden ser prescritas por un médico para reducir la inflamación y el picor.
Conclusión
Los sabañones son una molestia común en invierno, pero con la prevención adecuada y un tratamiento efectivo, se pueden minimizar los síntomas y evitar complicaciones. Mantenerse abrigado, cuidar la piel, llevar una vida activa y evitar el tabaco son medidas clave para mantener los sabañones a raya. Si los síntomas persisten, es importante consultar a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado.
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