Cuidados de la piel en la menopausia
A partir de los 50 la piel de las mujeres se transforma y los cuidados de la piel en la menopausia cambian ligeramente.
Los cambios hormonales hacen que se haga más seca y menos elástica. Y es en este periodo donde se manifiesta el daño solar producido por la exposición durante la juventud.
Pero también es la época donde la mirada de una mujer alcanza más serenidad y elegancia.
Como decía Ritcher “Un rostro sin arrugas es un pliego de papel en el que no hay nada escrito”.
¿Cuáles son los mejores cuidados de la piel en la menopausia?
Cuando se entra en la menopausia, mi fórmula cosmética para envejecer con elegancia es no gastar demasiado en cremas.
Dicho esto, por la mañana recomiendo usar un antioxidante tipo vitamina C e, inmediatamente después, un fotoprotector.
El mejor cosmético antiarrugas, manchas y flacidez es un buen fotoprotector. A cualquier edad.
Por la noche es interesante combinar un ácido retinoico o retinol con alfahidroxiácidos, como el ácido glicólico: esta etapa hormonal es un buen momento para utilizar cremas que exfolien la piel y la obliguen a generar nuevo colágeno.
¿Es conveniente realizar alguna técnica estética a partir de la menopausia?
Sin duda es preferible tener arrugas a tener una cara que delate que ha sido tratada. Por ello, una política francesa decía que “las mujeres cuando somos jóvenes queremos ponernos guapas para que nos quieran; pero a medida que envejecemos queremos ser queridas para poder estar guapas.”
A pesar de esto, es cierto que hoy la dermatología moderna permite utilizar técnicas seguras, efectivas y con mínima “detectabilidad” que nos permiten envejecer con elegancia.
El eje de la prevención del envejecimiento facial se basa en la combinación prudente y discreta de inyecciones para el tratamiento de las arrugas de expresión para producir un efecto lifting y rellenos para dar volumen a las zonas de la cara que lo han perdido.
Hoy, el uso de la bioplastia facial, es decir, la utilización de cánulas para inyectar rellenos, ha hecho que estas técnicas sean menos agresivas y no dejen hematomas.
En ocasiones lo combinamos con radiofrecuencia para “tensar”, o láseres fraccionados para dar más luminosidad a la piel.
Y no olvidar que en dermatología estética es importante seguir la máxima de “menos es más”.