La hiperplasias sebáceas son, como su propio nombre indica, glándulas sebáceas de un tamaño mayor al habitual, que se manifiestan como pequeñas pápulas de color blanquecino-amarillento y que suelen aparecer en la frente, nariz y mejillas.
Si bien estas lesiones plantean únicamente un problema estético y no tienen ningún riesgo de malignizarse, es importante un adecuado diagnóstico ya que hay tumores cutáneos que se pueden parecer y que sí habría que extirpar.
En función del tamaño, número, localización… se pueden emplear unas u otras técnicas, siendo las más usadas el electrobisturí, el láser de CO2 y el láser vascular. En ocasiones son necesarias varias sesiones. El resultado estético suele ser satisfactorio aunque a veces pueden quedar pequeñas depresiones de la piel o pequeñas zonas rojas o blanquecinas que desaparecen con el tiempo.